viernes, 14 de enero de 2011

EL DISCURSO DEL REY, Tom Hooper (2010) [7/10]

Con su padre, el rey Jorge V (Michael Gambon), a punto de morir; y su hermano, el príncipe Eduardo VII (Guy Pearce), dispuesto a casarse con una divorciada; el duque de York (Colin Firth), “Bertie” para los amigos, será el encargado de soportar el peso de la Corona de Inglaterra y liderar a su país en la incipiente Segunda Guerra Mundial. El problema es que el futuro rey Jorge VI es incapaz de articular palabra en público, ya que desde muy pequeño padece un grave problema de tartamudeo. Su mujer Elizabeth (Helena Bonham Carter) le llevará a ver al doctor Lionel (Geoffrey Rush), un peculiar logopeda con métodos muy poco ortodoxos.

Escrita por David Seidler y dirigida por Tom Hooper, El discurso del rey es una bonita película acerca de la autosuperación y el esfuerzo muy agradable de ver, debido en gran parte a sus pequeñas dosis de humor inteligente y maduro que brotan de las fantásticas relaciones establecidas entre unos personajes genialmente perfilados y mejor interpretados por todos y cada uno de los actores.

Los tiempos en los que un rey se limitaba únicamente a aparecer ante sus súbditos para recibir aplausos y ovaciones ya pasaron. Los medios de comunicación de masas se desarrollan y ahora es necesario hablar en público, para lo cual no vale cualquiera, especialmente cuando tenemos frente a nosotros un micrófono dispuesto a ampliar el sonido que producen nuestros titubeos, (mal)tragos de saliva y tartamudeos, en definitiva, multiplicar el efecto de nuestros errores. A todo ello se suma la importancia que en el siglo XX cobra la imagen, cuyo mayor apogeo ha venido a encontrarse precisamente en el cine. Dicho invento nos regala imágenes sonoras y en movimiento de grandes oradores, algunos tan entrañables como el propio Jorge VI, pero otros tan tenebrosos como Adolf Hitler. Todos ellos tienen acceso a nuestra casa a través de los medios de comunicación de masas, y ahí reside precisamente el peligro de dicha comunicación: en las intenciones que tiene el orador de turno y en la credibilidad que todo un país le puede dar. En el caso de Hitler y Alemania todos sabemos lo que pasó.

Al son de la preciosa música de Alexandre Desplat, quien recientemente ha triunfado en los Premios del Cine Europeo por su participación en El escritor; la película pasa de oscuro a claro (Danny Cohen es el director de fotografía) a medida que Bertie acumula logros ayudado por el peculiar doctor Lionel, con un interesante uso de la elipsis y un correctísimo guión que en más de una ocasión nos ofrece muy buenos diálogos.
Quizá por haber hecho demasiado caso de las críticas, que dejaban a la película en muy buen lugar y algunos hasta apostaban por ella en los Óscar, El discurso del rey no me ha parecido para tanto y en ese sentido me ha defraudado ligeramente. Pero de que se trata de una buena película no puede caber duda.


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