lunes, 25 de enero de 2010

RASHOMON, Akira Kurosawa (1950) [7/10]

Llueve en la puerta de Rashomon, una lluvia torrencial, tanto que nos da la impresión de que la ciudad se encuentra bajo una cascada. En dicha puerta se encuentran un monje y un leñador, afirmando éste último haber presenciado algo terrible: la violación de una mujer y el posterior asesinato de su marido. A ojos de los hombres, este hecho es algo tan terrible que les hace perder toda confianza en la raza humana. De hecho, según se dice en la película, una vez hubo en la puerta de Rashomon un diablo, el cual huyó asustado por la maldad de los hombres.

Ése es precisamente el tema que Akira Kurosawa nos presenta en Rashomon: la maldad del hombre. ¿Cómo podemos confiar en un ser con tanta vanidad y egoísmo? ¿Es que nos queda alguna esperanza de encontrar en el ser humano algo de bondad o, por el contrario, ya está todo perdido y no hay más opción que aceptar las reglas de juego impuestas por la egoísta forma de ser del hombre? ¿Cuándo va a dejar de llover?

Excelente en su fotografía y aceptable en su interpretación, Rashomon nos ofrecerá cuatro versiones distintas del crimen presenciado por el leñador. La película, que se llevó en 1950 el Óscar a la mejor película extranjera, me ha gustado, pero he de ser sincero: la primera mitad, quizá porque era la hora de la siesta, se me ha hecho un tostón insufrible. No es hasta que nos enteramos de que el muerto también tiene una versión de lo sucedido cuando el filme logra realmente engancharnos. ¡Y vaya si nos engancha! Lo cierto es que esta obra de Kurosawa, a partir de la segunda mitad, mejora exponencialmente: desde la versión del muerto, pasando por la lucha entre los dos hombres por la mujer (¿o por la necesidad de mostrar su virilidad?), hasta el acto canallesco del otro hombre que le roba la ropa a un bebé con tal de resguardarse del frío. No obstante lo dicho, Kurosawa también nos enseña que, a pesar de estar el ser humano absolutamente inmerso en la maldad que él mismo crea, siempre encontramos a alguien que es bueno, y es entonces cuando el temporal amaina, y deja de llover.




PD: Hablando de Rashomon, dejo aquí un link que parece interesante: El efecto Rashomon.

1 comentario:

  1. Gracias por hacer mención a mi artículo.

    Aunque de Rashomon sólo se habla en la primera entrega (8 en total) ya que es el punto de partida para un ensayo más amplio.

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